Los padres también somos educadores
El proceso de formación y educación de nuestros hijos, abarcan múltiples factores, que de una u otra forma son determinantes en el éxito profesional y personal de ellos, los profesores son, aunque importantes, un factor más de tan complicada tarea, pues cuando somos padres comprometidos con la educación de nuestros hijos estamos pendientes de varios detalles que llenen a satisfacción los requisitos para tal fin. La institución educativa donde los matriculamos es una pieza fundamental en todo este engranaje, ella debe ofrecernos un proyecto educativo institucional claro, donde se combine un gran trabajo académico, como disciplinario, directivas comprometidas con mejorar y fortalecer los procesos de aprendizaje de sus estudiantes, un grupo de docentes idóneos y calificados para su ardua y delicada tarea, y por supuesto un espacio físico adecuado para las actividades a realizar, un trato humano y coherente con cada grupo de niños y jóvenes que tienen a su cargo. Hasta ahí, la tarea nuestra aunque bien encaminada, esta inconclusa.
De qué sirve una institución educativa con prestigio, llena de profesores con muchos pergaminos, si no nos apropiamos de nuestro compromiso y obligación de ejercer vigilancia, control y seguimiento del proceso que lleva el colegio con nuestros hijos; por ello, para hacer bien la tarea que nos corresponde, debemos reforzar y complementar el trabajo realizado por la institución. Verifiquemos que hagan las tareas, observemos quienes son sus amigos , establezcamos diálogos con ellos y aprendamos de su cotidianidad, miremos que hacen en sus ratos libres, orientémoslos en sus debilidades, apoyémoslos en sus propósitos, y claro, festejemos y felicitemos sus éxitos, seguramente nuestra tarea no tenga ningún reconocimiento institucional, pero a cambio recibimos la más grande recompensa de la vida, ver a nuestros hijos felices, tranquilos y exitosos, y lo mejor de todo, no tildados, ni señalados por nadie por malas acciones.
Sin duda alguna, los padres también somos educadores, solo necesitamos dedicarle más tiempo a nuestros hijos, acompañemos con compromiso y amor sus actividades escolares dejemos de darle toda la responsabilidad al colegio y a sus profesores, y asumamos que de nuestro compromiso, depende en buena medida que el proceso de formación y educación de ellos sea realmente exitoso.
José Yovanny Rojas Ocampo
Lic. Ciencias Sociales